martes, 11 de enero de 2011

Pasó hace algunas semanas...

Amores pasados,  estilos futuros

Debe haber sido en el noventa y cinco, para ser más exacta en Marzo del 95. Definitivamente  lucía una figura quinceañera  y poca consciencia de lo que significa comer sano…obviamente un tanto más rellenita y mucho más casual  que lo que luzco hoy  y con eso traigo abajo los comentarios de aquellas que piensan que ganar peso no es mi fuerte;  ni la sencillez tampoco…. Es más casi recuerdo lo que llevaba puesto….pantalón de buzo azul, ojotas  y un polo de hilo también azul oscuro que sin lugar a dudas se convertían en un must del walking  que compartía con mis recordadas roomies por esos días. Terribol!!! como diría mi buena amiga Mary. Pero allí estaba yo y si mi memoria no falla habían pasado pocos días de iniciados los cursos generales de la U y ambos compartíamos  la misma cola de un pub huanchaquero una noche de playa, más estrellada y brillosa que la Lima nublada de mis días hoy.
Pocos días pasaron e intercambios de in y outs entre amigas, para que la swettie niña de mirada y porque no decirlo inocente look consiguiera novio y …Qué noviazgo!!!!, a juzgar por inéditas fotografías,  una mezcla de old fashion style y mucha, pero mucha química. No sabíamos de marcas que no fueran bass, nike, bongo y adivina cuál otra….pero sí de largas jornadas de besos, pocas de estudio  y un poquito más….. Fueron pocos meses los que nos vieron juntos y curiosamente después de eso nunca volví a dedicarle a uno de mis primeros e inolvidables amores más de 5 o 10 minutos para charlar y ofrecerle mi típico y para unos trillado discurso de despedida. El tiempo nos ganó y la música alternativa de los 90´ (Aerosmith, Radiohead, Counting Crows) y claro el entrañable Gianmarco anunciaron pronto que R ??  ya estaba acompañado  y yo intentaba curar algo que algunos años después entendí,  no tenía remedio.


Hace algunas semanas y en medio de una noche, un parque  miraflorino lo trajo de vuelta. Ni él encontró a la tímida y casual chica ni yo al juguetón galán de los 90. Su estilo feet y metrosexual  desprendido por su fragancia y ese sweater ceñido le habían ganado la batalla a la delgadez y sobriedad  de un muchacho que acompañó  una de las etapas más lindas que me tocó vivir. Finalmente y porque el taxi se detuvo cuando el semáforo marcó rojo, éramos los dos a ambos lados de la avenida, sin saber qué expresión ofrecer por tan inusual hecho,  la vida demostraba que nos había dado un muy buen trato, grandes lecciones y como no… una nueva oportunidad. La noche fue larga pero corta a la vez…Porque así tiene que ser.

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