martes, 11 de enero de 2011

Una cenicienta en Christmas Eve

Cuándo reconocemos que una etapa acaba? Cuando nos obligan a escuchar el discurso de despedida más cliché de los últimos días: “Sólo  es un tiempo… necesito mi espacio” o mejor aún cuando nosotras somos las que lo damos (Créanme nadie  más torpe que yo para cortarla). Cuando llenamos una caja de cartón con memorias y un par de lágrimas-ininteligibles para algunos- por lo que un día fue… y nos toca cargarla solas, porque solas llegamos.


Para mi cuando tomo el bolso y voy detrás de una varita mágica (A las hadas madrinas,  oldfashion total,  las saco de mis contactos, no quiero llegar a vieja y disfrutar sólo de la felicidad de otras). Donde la encuentro? Tras los escaparates de la calle que más conquista Lima o en los sillones del salón de belleza q comparto con la Newton, una rubia brujita y una jovenzuela de nombre Sylvia que porque Dios es grande logra distraer mi cargo de conciencia por salir de casa apurada y sin una gota de make up (como bien dice mi buena amiga Tere)….Un must si vas a codearte con la socialité limeña cuya lengua jamás calla y menos perdona y sobre todo si el objetivo es sentirse cenicienta y no una desaliñada hermanastra.
Funciona todo el tiempo….pero más toma  entender que no hay traje nuevo ni unhas rojas que luzcan sino dejas el luto q llevas dentro;  y eso queridas es lo que menos cuesta si en soles hablamos pero lo que más divinas nos hace lucir en una gran gala. Pasa la página, rescata lo bueno, somos mujeres con cuentas claras, servimos el vino, lo destapamos, retiramos la silla para sentarnos y abrimos las puertas, lo podemos todo…y lo mejor  todo sin un sólo remordimiento. Dejemos de sentir esta nueva etapa  como un tránsito hacia un nuevo éxito, tal vez un nuevo amor…. Busquémonos  pues somos las personas con quienes nos acostamos todas las noches,  con quienes queremos estar el resto de nuestras vidas, nuestras mejores conquistas. Olvidemos el cuento que nos contaron cuando niñas sobre aguardar quieta porque un príncipe llegará para librarnos de nuestra soledad y nuestras decepciones; para rescatarnos…rescatarnos de nosotras mismas? (suele suceder, nos dejamos rescatar y en el camino perdemos nuestra esencia…nada más falso que eso, algunas ni nos reconocemos). Eso queremos? Nadie dice que hemos nacido para estar solas o fracasar y sufrir por ello, pero si  nos toca estarlo tenemos que asumirlo pues sólo tenemos una vida y  mucho es el tiempo que perdemos y  demasiadas las neuronas que no usamos por no pensar en nosotras. Y aquí coincido con la Barrón: tiremos al tacho los cuentos de hada que tanto daño nos han hecho y fortalezcámonos como sólo nosotras sabemos hacerlo con pasión e  hidalguía para luchar por lo que queremos y mucha, mucha actitud. El éxito y el amor…seguro vienen por añadidura.
Feliz navidad y que sus cajas de cartón se llenen de energía y fortaleza para volver a empezar….hoy y siempre. 

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